domingo, 25 de noviembre de 2012

Obama, Asia y Latinoamérica


Andrés Oppenheimer
Barack Obama habla en Myanmar, durante su reciente visita. Foto de Paula Bronstein/Getty

El reciente viaje a Asia del presidente Barack Obama fue eclipsado por las noticias de las hostilidades en la Franja de Gaza, al punto de que casi ninguno de nosotros le prestó atención. Sin embargo, su visita a Asia podría tener implicaciones para Latinoamérica en general, y para Cuba en particular.

En primer lugar, el viaje tendrá un impacto en buena parte de América Latina porque, en una reunión con líderes asiáticos el 20 de noviembre en Camboya, Obama acordó concluir a fines del 2013 las negociaciones para a crear el Acuerdo de Asociación Trans-Pacifico (TPP, en sus siglas en inglés), que unirá a casi una docena de países asiáticos y americanos de la cuenca del Pacífico en el bloque comercial más grande y ambicioso del mundo.

Aunque las negociaciones del TPP ya se habían iniciado, el viaje de Obama a Asia aceleró la agenda. La próxima rueda de negociaciones se realizará el 3 de enero en Nueva Zelanda, y se tiene programado firmar el acuerdo en octubre del 2013, para que sea ratificado e implementado en el 2014.

El TPP incluye a Malasia, Vietnam, Singapur, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá, México, Chile y Perú, y posiblemente se integren Japón ─ la tercera economía más grande del mundo ─, Corea del Sur y Colombia. Aunque los funcionarios estadounidenses lo niegan, el TPP es entre otras cosas una iniciativa de Obama por contrarrestar la creciente influencia económica de China en ambas márgenes del Pacífico.

Es algo importantísimo”, dice David Lewis, un experto en comercio de la firma consultora Manchester Trade, de Washington D.C. “Es el mayor pacto comercial que hemos visto desde el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) de 1994, y les va a dar a los países miembros ventajas comerciales muy superiores a las de los que se queden afuera".

Esto podría generar una partición de facto de Latinoamérica, entre los países del Pacífico que tendrán un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y buena parte de Asia, y un bloque de países del Atlántico que — pese a ser grandes exportadores de materias primas a China — no tendrán un acuerdo preferencial con otros mercados asiáticos, afirman muchos expertos.

México, cuyo presidente electo Enrique Peña Nieto ya ha adelantado que apoyará la incorporación de su país al TPP, ve el acuerdo Trans-Pacífico como una oportunidad única para actualizar su acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, y como un vehículo para lograr acceso preferencial al enorme mercado japonés.

Japón aun no ha pedido oficialmente entrar en el TPP, debido a la resistencia de sus agricultores. Pero Naoki Tanaka, director del Centro de Estudios Internacionales de Política Pública, con sede en Tokio, me dijo en una entrevista que es probable que Japón enuncie su pedido formal de integrarse al TPP tras las elecciones del 16 de diciembre allí.

El segundo punto interesante del viaje de Obama a Asia fue su visita a Myanmar, también conocido como Burma, una dictadura militar que — al igual que Cuba— ha estado desde hace tiempo sometida a las sanciones de Estados Unidos por su falta de libertades fundamentales.

El hecho de que Obama decidiera visitar Myanmar en respuesta a algunos pasos pequeños pero concretos de ese país hacia una apertura política, que incluyeron la liberación de algunos presos políticos y elecciones libres para puestos públicos de segundo nivel, puede interpretarse como una señal de que Obama podría hacer una visita igualmente histórica a Cuba si el régimen militar de ese país tomara algunas medidas de apertura política.

Cuando le pregunté por la analogía Myanmar-Cuba, Roberta Jacobson, jefa de asuntos Interamericanos del Departamento de Estado, me dijo que Myanmar “es un país que ha sido muy cerrado y muy represor, y que ha empezado a abrirse’’. Y agregó: “si algo semejante ocurre en Cuba, vamos a responder, tal como lo hicimos en Birmania”.

Mi opinión: Tanto el TPP como un posible reacomodamiento con una Cuba más a abierta al mundo ─ probablemente tras la muerte de Fidel Castro ─ podrían darse durante el segundo mandato presidencial de Obama. Al no poder ser reelecto, Obama tratará de gobernar para dejar algunos legados, y ambos temas podrían dejarlo bien parado en los libros de historia.

A diferencia de los recientes acuerdos de libre comercio con Colombia, Panamá y Corea del Sur, que fueron legados del gobierno de George W. Bush, el TPP es una iniciativa de Obama, y tanto él como su partido pondrán mucho mas empeño en materializarlo. Y un eventual viaje de Obama a Cuba si se producen algunos cambios democráticos allí sería histórico, tras más de cinco décadas de sanciones de Estados Unidos a la dictadura cubana. Tal vez algún día los historiadores vean la reciente visita de Obama a Asia como un signo de las cosas por venir en Latinoamérica.

Rafael Correa impone censura de prensa en Estados Unidos


El colega Emilio Palacio me ha enviado por correo electrónico un comunicado de prensa firmado por Santiago Villa, director del documental Rafael Correa: Retrato de un Padre de la Patria que EL FANTASMA reproduce íntegramente, sin más comentarios que esta escueta nota y la formulación de esta pregunta: ¿Se puede admitir en Estados Unidos que un gobierno extranjero pueda imponer la censura a la emisión de la opinión periodítica?

Mi nombre es Santiago Villa, y soy director del documental Rafael Correa: Retrato de un padre de la patria. A continuación expondré los eventos que han rodeado la censura del documental que dirigí y que he intentado transmitir en Colombia y en Estados Unidos, países de los que soy ciudadano.

 El documental, que no tiene voz en off y que expone en palabras de sus propios protagonistas temas como la financiación de las Farc a la campaña presidencial de Rafael Correa en el año 2006, los hechos del 30 de septiembre del 2010, la persecución a líderes sociales e indígenas, la lucha del gobierno contra la libertad de expresión y el acoso jurídico al ex jefe de seguridad de la familia presidencial,  ha generado tal temor en el gobierno del Ecuador, que éste no ahorra esfuerzos para realizar exitosas campañas de presión sobre los canales que pretendan emitirlo.

RCN Televisión de Colombia anunció que sería emitido y a último minuto se negó a presentarlo, con el argumento de que uno de los personajes no daba permiso para ser entrevistado, a pesar de que el personaje dice en cámara que acepta dar la entrevista libremente y sin presiones.

Acudí entonces a América TeVe, un canal estadounidense en español que adquirió el producto, con la esperanza de que en Estados Unidos fueran infructuosas las presiones para evitar la emisión del documental. El canal se interesó tanto por el producto que hizo un avance especial de 12 minutos en su programa de mayor audiencia, A mano limpia, conducido por Óscar Haza.

El documental iba a ser transmitido íntegro y sin interrupciones el 23 de noviembre del 2012 a las 20.00 horas. Sin embargo, la embajadora del Ecuador en Estados Unidos, Nataly Cely, el Secretario de Comunicaciones de la presidencia del Ecuador, Fernando Alvarado, y el consulado de ese país en Miami, acudieron al canal América TeVe para modificar la forma como se emitiría el documental. Ante las presiones el canal unilateralmente canceló la emisión.

Luego de conocer como procedió el gobierno del Ecuador para impedir la emisión del documental en América TeVe, me preocupa que se hubieran podido presentar también presiones diplomáticas en Colombia para que no se emitiera el programa.

Es lamentable y muy grave para la libertad de expresión en el continente americano que el presidente Rafael Correa y su gobierno, que han intimidado a la prensa ecuatoriana, también puedan censurar al periodismo en países extranjeros, que además se precian de tener una prensa libre.

La producción no aceptará jamás que se fragmente el documental y mucho menos a petición de un gobierno. Adjunto a continuación las cartas que he enviado a América TeVe como respuesta a este episodio.

Los colegas que deseen contactarme pueden hacerlo al siguiente teléfono:

 (+57) 320 484 4308

 O al siguiente correo electrónico: santiagovilla@hotmail.com

sábado, 24 de noviembre de 2012

Cuidado con Morsi


Mario J. Viera

Ya desde hace algún tiempo vengo considerando que la revolución egipcia se había estancado y retrocedido a favor de las corrientes islamistas favorecedoras de la sharía como ley básica del gobierno. Los últimos acontecimientos me inducen a pensar que no estaba errado en mis consideraciones.

Mohamed Morsi, un ingeniero egipcio muy vinculado a la Hermandad Musulmana, fue electo presidente; considerado por algunos con categoría de estadista por su participación en el conflicto entre Hamas y el Estado de Israel y como un musulmán moderado, algo, no obstante, no huele bien en su personalidad.

Los misiles que Hamas lanza hacia zonas pobladas israelíes proceden de Irán y solo hay un paso a través del cual puedan entrar en territorio de Gaza: Egipto.

Con la disolución de la Cámara de los Diputados el pasado junio, Morsi concentra en su persona tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo. Ahora pretende subyugar al Poder Judicial, convirtiéndose de hecho en dictador.

El 22 de noviembre, Morsi emite un decreto que establece que todas las declaraciones constitucionales, leyes y decretos emitidos por su gobierno no pueden ser apeladas o canceladas por ningún individuo o cuerpo político o gubernamental. Al mismo tiempo en su decreto ─ un verdadero úkase egipcio ─ Morsi establece que ninguna autoridad judicial puede disolver la asamblea constituyente o el Consejo de la Shura (Cámara Alta del Parlamento) en abierto rechazo a la resolución que el 11 de abril emitiera un tribunal administrativo de suspender la Asamblea Constituyente, bajo el presupuesto de carecer de base jurídica dado que en la misma la mayoría está en manos de la Hermandad Musulmana y, por tanto, en ella no están propiamente representados todos los sectores de la sociedad egipcia.

En rechazo al decreto de Morsi, el opositor y Premio Nobel Por la Paz del 2005, Mohammed el-Baradei declaró al conocerse la disposición presidencial: “Hoy Morsi usurpó todos los poderes y se proclamó nuevo faraón de Egipto. Un enorme golpe asestado a la revolución que podría tener consecuencias espantosas

De inmediato grupos laicos opositores a la Hermandad Musulmana y a Morsi se concentraron en la emblemática Plaza de Tahrir produciéndose  enfrentamientos con los partidarios de Morsi y las fuerzas de seguridad.

Posteriormente el Consejo Supremo de Justicia se manifestó en contra del decreto de Morsi declarándole como un ataque sin precedentes a la independencia judicial y exigiendo la derogación del decreto y “apartarse con su declaración constitucional de todo lo que perjudique al Poder Judicial y sus prerrogativas”. Entre tanto, el Club de Jueces de Alejandría acordó “suspender las actividades en todos los tribunales y las fiscalías de las provincias de Beheira y Alejandría

Durante las protestas, en las ciudades de Suez, Ismailiya  y Port Said se incendiaron varias sedes del Partido Libertad y Justicia, órgano político de la Hermandad Musulmana.

El gobierno de Barak Obama ha reaccionado ante los acontecimientos producidos en Egipto. Victoria Nuland vocera del Departamento de Estado declaró: “Las decisiones y declaraciones del pasado 22 de noviembre despiertan recelos entre muchos egipcios y también en la comunidad internacional. Una de las aspiraciones de la revolución fue asegurar que el poder no se concentraría en las manos de una sola persona o institución”.

En realidad todo parece indicar que la revolución egipcia  se ha convertido en la transición del gobierno de Mubarak hacia el gobierno de un tipo de Mubarak pero de corte islamista, lo que sería peor.

Definitivamente hay que advertir: ¡Cuidado con Morsi!

viernes, 23 de noviembre de 2012

Otra vez la prensa


No me parece una buena propuesta ─ todavía en embrión hay que decirlo ─ aquella formulada por Rafael Correa en el sentido de que la información (¿acaso también la opinión?) sea administrada por el Estado tal como es la justicia

Orlando Alcívar Santos. EL UNIVERSO

Infinidad de veces se ha repetido ─ hemos repetido ─ que no es buena idea querer poner barreras a la prensa, es decir a la libertad que necesitan los pensamientos para ser expresados, pero parece que cualquier insistencia sobre el tema se queda corta ante la recurrencia del Gobierno por tratar de privar a los ciudadanos de uno de sus derechos fundamentales, que deberían disfrutar a plenitud y que deberían ser más respetados ahora que existen no solo medios privados de comunicación sino también una amplia gama de medios oficiales.

El Gobierno tiene ojeriza contra dos sectores, contra quienes ha tenido siempre una actitud de acoso y derribo: la prensa y la banca. No voy a defender a la banca porque no me compete ni asumo como míos sus aciertos ni sus errores, pero sí tengo la obligación como ciudadano libre ─ más que como columnista ─ de hacer esfuerzos para contribuir al mantenimiento de un periodismo serio y responsable, atrás del cual debe estar siempre la más amplia posibilidad de que las ideas no tengan cadenas ni subordinaciones, menos esclavismos.

Por eso no me parece una buena propuesta ─ todavía en embrión hay que decirlo ─ aquella formulada por Rafael Correa en el sentido de que la información (¿acaso también la opinión?) sea administrada por el Estado tal como es la justicia, pues aunque se trata de dos bienes jurídicos esenciales para la vida del hombre en sociedad, su aplicación y sus consecuencias son absolutamente distintas, diametralmente diferentes, como lo puede comprender hasta un iletrado si se le explica que no es lo mismo que un inocente esté purgando en la cárcel un delito que no cometió (por falta de justicia que siempre debe ser controlada por el Estado), que ese mismo inocente no se entere de que hubo un incendio en la Amazonía o una explosión en Afganistán (por falta de información que debe ser proporcionada por cualquiera).

Con menor importancia en cuanto a lo general pero con gran incidencia en el tema electoral, me apena y me preocupa que el Consejo Nacional Electoral, con una soltura de huesos digna de mejor suerte, decida, ordene, interprete sin rigor jurídico varias disposiciones legales, entre ellas las relacionadas con el tema central de este artículo, la posibilidad de que la información fluya libremente para que los ciudadanos estén completamente enterados de lo que ocurre en un proceso que debe ser una de las expresiones más importantes del ejercicio de la democracia.

Si el Consejo quiere aprobar un reglamento para que los medios de comunicación se abstengan de hacer promoción directa o indirecta a favor o en contra de un candidato, debe comenzar por regular la propaganda oficial en estos tiempos electorales, pues aunque no se trata exactamente de avisos publicitarios en estricto sentido, resulta sin duda injusto para los demás candidatos que el Gobierno promocione sus acciones ─ con el disfraz de información a la ciudadanía o de rendición de cuentas ─ creando un desbalance que, con el reglamento, se profundizaría más.

Debe haber equilibrio, igualdad y equidad, pero estos conceptos parece que están de vacaciones en los tiempos que corren. Lo que demando es un tratamiento justo para todos y que la prensa pueda caminar sin amarras.

¿Ha cambiado el Miami cubano?


Oscar Peña. EL NUEVO HERALD

José Montoya, uno de los líderes de la religión afrocubana en Miami, me ha hecho una pregunta muy interesante: ¿considera usted que las nuevas generaciones cubanas han desplazado el poder de la extrema derecha en Miami?

La respuesta requiere meditación para no atropellar la verdad. La realidad es que no se puede contestar en blanco y negro porque no se trata de poderes, sino de formas de mirar y valorar el panorama cubano. Pensemos en cuantas viejitas y viejitos cubanos sin más poder que su exiguo retiro después de trabajar muy duro coinciden también en el pensar intransigente igual al de un alto funcionario cubano de un banco o el propietario de una empresa o dirigente de una organización política de veteranos exiliados cubanos. La respuesta más cercana a la verdad es que han sido los propios primeros exiliados en general con su desvinculación por muchos años de la vida de Cuba los que se han aislado al tratar de “estar midiendo” a los cubanos de hoy por sus pasadas vivencias y formas de pensar.
La evolución del exilio cubano es algo que hace mucho rato se veía venir y ha sido un grave error humano y político de los más conocidos rectores del exilio cubano no haber sabido hacer mudanza a tiempo de sus viejos pensamientos. Se quedaron rezagados y han perdido crédito político ante su pueblo. Se ven como extraterrestres. Los cubanos huían del extremismo dentro de la isla y encontraban extremismo en Miami. Los veteranos exiliados han ido teniendo una acumulación de errores que los ha aislado del sentir de sus compatriotas de la isla. Las nuevas generaciones rechazan el castrismo y huyen de Cuba, pero tampoco se suman a los anticastristas porque los ven – enfrentados al régimen y sin olvidar nunca a Cuba – pero muy parecidos en formas y abrazo a la intransigencia.

La falta de apoyo popular a las tradicionales organizaciones de los exiliados, la baja audiencia de los programas cubanos en las emisoras de radio, la escasa asistencia a actos políticos, va a obligar – ya ha obligado – a los viejos rectores exiliados a ir cambiando su inefectivo y almidonado discurso a la antigua. Los que tienen buena voluntad hacia el futuro de Cuba y un mínimo de inteligencia y sentido común se van percatando que la edificación y continuación de la nación cubana es Entre Todos sin odios, ni rencores. Entiendo que es muy difícil admitirlo pero en el caso cubano todos tenemos una porción de culpa.

Tengo una buena noticia: se observa a una gran mayoría de los primeros exiliados definitivamente progresando y dejando de creer en esas griterías radiales que han perdurado por muchos años y que tanta avería y perjuicio a hecho al proceso de emancipación de Cuba al dejar desamparado al pueblo cubano sin un faro de luz y un punto de referencia de lo que deseamos para su cercano futuro.

Hoy ya hay muchas esperanzas que Miami está avanzando y reflejando una mejor imagen al pueblo cubano de la isla y al mundo. La elección de Joe García es una irrefutable prueba. No se trata de ideología, ni de ser afiliado al Partido Demócrata o al Republicano, ni de nada personal con David Rivera. Se trata que el ganador se percibió más cerca del pensamiento del exiliado y del cubano de la isla que el perdedor. Incluso los senadores y congresistas republicanos de origen cubano que siguen en sus puestos tendrán que cambiar sus enfoques o también pierden.

Médicos en emergencia


Francisco Rivero Valera. EL UNIVERSAL
Hay 3 tipos de médicos en Venezuela: cubanos, bolivarianos y originarios de este país.

De los 3, los originarios son egresados de la UCV, de la ULA y de otras universidades centenarias. Y tienen plena confianza de los venezolanos.

De los médicos cubanos solo sabemos que han venido por convenio de 2 gobiernos comunistas. Son 11.054, de los 31.315 cooperantes de la salud. El Nacional 10-11-12.  Y están en ejercicio profesional ilegal al violar los artículos 3, 4 y, en consecuencia, el 114 de la misma Ley de Ejercicio de la Medicina promulgada por la Asamblea Nacional, y refrendada por el actual Presidente, el 19-12-2011.

Esa oleada de médicos cubanos parece corresponder solo a intereses  políticos de ambos gobiernos, y no a necesidades del sector salud. Por 2 evidencias: las universidades venezolanas gradúan excelentes profesionales en pregrado y postgrado, acorde con la realidad de nuestro país. Muchos no encuentran empleo o están trabajando en centros con injustificadas carencias, inseguridad y mísera remuneración.

Y, la segunda evidencia del intrusismo médico cubano sería la ausencia de valor agregado en la salud del pueblo venezolano, según el aumento de la tasa de mortalidad, o número de muertes por cada 1.000 habitantes, de 4.94 en el 2.000, a 5.2 en el 2011. Índex Mundi. No se citan estadísticas de mortalidad del Ministerio de Salud, por atraso de 4 años en la publicación del anuario.

Pero, el colmo en este escenario de ejercicio ilegal de la medicina es haber obviado el requisito de revalidación del título en una universidad acreditada del país. Por lo tanto, no sabemos si son médicos o no.

Esa responsabilidad de proteger los intereses de la sociedad en cuanto atañe al ejercicio de la medicina, corresponde a la Federación Médica Venezolana o FMV. Su incumplimiento  infringe el capítulo II, artículo 70, de la Ley de Ejercicio de la Medicina. Y veja a médicos y al derecho a la salud de los venezolanos.

Sería similar, pero distinto, a la oleada de médicos cubanos intentada en Brasil en el 2005. De inmediato, por demanda judicial del Colegio de Médicos regional, procedieron a la expulsión de los médicos cubanos en el mismo avión que llegaron. Y regresaron a su país por no haber revalidado sus títulos.

La FMV también debe colaborar con las facultades de Medicina de las distintas universidades para el logro de una enseñanza de alto nivel científico y humano, adaptado a las realidades del país. Y está facultada para contratar con entidades públicas o privadas a nombre de los médicos que allí presten servicios de labores asistenciales. LEM Cap70, arts. 10 y 72.

No obstante, la FMV ha hecho todo lo contrario: ha tolerado políticas de salud del gobierno, deficitarias en la formación de 8.164 médicos bolivarianos o comunitarios. Y ha permitido la discriminación contra egresados de Medicina de la UCV, EU 31-10-11, incluyendo 400 que egresarán este 14 de diciembre.

Además: el contrato colectivo congelado desde hace 9 años. El deterioro e inseguridad en centros asistenciales. No evitar el abandono de 12.300 médicos del sistema público de salud. La emigración de más de 7 mil médicos. El déficit del 50%. Y más.

O sea, tenemos médicos en emergencia por crisis grave del sector salud. E indefensos ante un gobierno que lo arruina todo y una Federación Médica tolerante e inerte, como signo inequívoco de un gremio en decadencia.

Creo que llegó la hora de despertar. Y de cambiar de actitud para salir de abajo.

Que así sea.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Yo y el día de dar Gracias


Mario J. Viera

En ocasiones anteriores había asistido a una cena por el Día de Acción de Gracia elaborada por otros. Hubo ocasiones que pasé por alto la cena de la festividad; pero me gustó esta celebración, o ritual, tan de Estados Unidos y Canadá nada ligada con las tradiciones festivas de Cuba. Ahora a mí me toca enfrentar el reto de preparar la cena.

La primera vez que me topé con el Día de Acción de Gracias fue en 1984 cuando en Canadá participaba en un curso de post grado sobre la tecnología de producción papera. Fue para mí un encuentro cargado de simbología y, de cierto modo, un reencuentro con el mismo Dios del que apenas tenía memoria. Me sentía extraño ante aquella cena que no entraba dentro de mi cultura y me fascinó que se dedicara un día del año a darle gracias al Creador por todo lo bueno, por todo lo bello y hasta simplemente por gozar del don de la vida, sin importar las dificultades que se hubieran vivido a lo largo del año.

Me admiraba que los cubanos exiliados en Miami, tan acostumbrados al puerco asado de la Noche Buena se hubieran adaptado, y celebrado como propia, a la fecha y al pavo asado. Sin embargo, aunque dándole sabor cubano a la preparación del pavo, los exiliados cubanos tienen muchَísimos motivos para dar gracias al Padre de la Vida. En estas tierras, hemos encontrado una patria prestada, pero patria en fin; aquí hemos podido expresarnos y realizarnos como personas libres y desarrollar todas nuestras capacidades como entes vivientes. Aquí soñamos con el día en que podamos volver a pisar el suelo patrio sin necesidad de pedirle permiso a los que nos robaron el país.

El Día de Acción de Gracia tiene un alto significado: la solidaridad y la mistad que puede fomentarse entre etnias diferentes. Los peregrinos del May Flower eran una minoría de inmigrantes que tuvieron que enfrentarse a condiciones climáticas terribles y con voluntad, tesón y la fe en la Majestad Divina pudieron sobrevivir para llegar a ser la semilla germinante de lo que serían los Estados Unidos de América apenas un siglo después. Ellos recibieron la ayuda de los nativos y pudieron sobrevivir.

En Plymouth, Massachusetts en el año de 1621 se celebró el primer Día de Gracias en una cena donde se hermanaron los colonos y los nativos de la tribu de los Wampanoag, quienes les habían ayudado con semillas, con la pesca y les instruyeron en el modo de utilizar el pescado como fertilizante para obtener una cosecha abundante.

Hoy celebro el Día de dar Gracias y lo hago identificado con su significado. La primera virtud que ilumina al alma humana es la gratitud.

Pero en buen aprieto me he metido. Me toca preparar la cena, y ya colecté recetas de como hornear un pavo. Soy optimista y espero que el pavo me quede suculento y delicioso al paladar y si no se me quema tendré además otro motivo para dar gracias.   

Oriente Medio: Entre la guerra y la política


Fernando Mires. Blog POLIS

Otra vez con monótona maldad volaron misiles de lado a lado; el Gaza es un río de sangre; los daños colaterales son superiores a los militares. Otra vez las opiniones se dividen. Otra vez, quizás con una coma más, los especialistas publicarán lo mismo que durante la penúltima guerra. Otra vez el Hamás, cuyos cohetes apuntan militarmente hacia el sur de Israel pero políticamente en contra de Al Fatah, volverá a ganar elecciones en Palestina. Otra vez la derecha política vencerá en Israel. Otra vez la misma historia se repetirá en un par de años, quizás de modo más intenso y cruel todavía. Y otra vez deberé suspender por un tiempo mis contactos con amigos musulmanes y judíos pues discutir con ellos, bajo estas condiciones, es imposible.

Sin embargo, si bien los acontecimientos parecen repetirse, ellos están ocurriendo sobre un escenario que ya no es el mismo de siempre: Es el emergido como consecuencia de las rebeliones antidictatoriales que tuvieron lugar durante 2011 de las cuales la insurrección siria parece ser su último capítulo.

Concuerdo entonces con la opinión de una editorial del diario El País (17. Nov.2012) en donde se afirma que el momento del inicio de la guerra en Gaza no pudo ser peor elegido.

Efectivamente, cuando Israel decidió responder masivamente a las provocaciones del Hamás, el desordenado reordenamiento (valga la paradoja) del espacio árabe había alcanzado insospechados resultados: Las líneas divisorias estaban más definidas que nunca en torno al tema sirio.

Por una parte, la Liga Árabe formada por gobiernos que en su mayoría siguen al sector más moderado del Islam, condenaba por unanimidad a la tiranía de Assad. Por otra, la oposición siria había alcanzado su máximo grado de unidad, obteniendo incluso el reconocimiento oficial de Merkel, Hollande, Cameron  y Obama.

Israel ya había actuado unilateralmente al responder a proyectiles provenientes desde territorio sirio (12 de Noviembre) lo que evidentemente pareció favorecer las posiciones de Assad quien aprovechó la oportunidad ─ como una vez hizo Saddam Hussein en Irak ─ de jugar la carta anti-israelí a fin de aglutinar al mundo islámico en su torno. Lo asombroso fue que esta vez, a diferencia de lo ocurrido con Hussein, Assad no obtuvo acogida en lo gobiernos árabes: Sus llamados cayeron en el vacío.

La línea demarcatoria ya la había puesto ese gobernante que comienza a perfilarse como líder del mundo árabe, el egipcio Mohamed Morsi, quien en la conferencia de los “no alineados” en Teherán (fines de Agosto) acusó a Irán de apoyar en Siria a una de las más criminales dictaduras del planeta. De este modo, a la hora de la intervención israelí, el conflicto estaba centrado en dos ejes islámicos los cuales trascienden a la propia zona árabe.

A un lado el eje Siria-Irán apoyado indiscretamente por la Rusia de Putin. Al otro, un eje formado por Egipto como conductor político, Arabia Saudita como potencia económica y Turquía con ese poder militar del que dispone como socio de la NATO. Naturalmente, a mediano plazo el primer eje tiene todas las de perder, más si se tiene en cuenta que el segundo recibe apoyo de la UE y de los EE UU.

De más está decir que una victoria del segundo eje, en tanto aislaría a Irán, debería contar con el beneplácito de Israel. Por eso es muy sorprendente que el gobierno de ese país hubiera decidido descentralizar el conflicto con Siria para re-centrarlo en el clásico esquema Israel-Palestina. Al parecer ─ no cabe otra respuesta ─ en Israel la lógica militar reina por sobre la política. Las divisiones inter-islámicas no juegan en las decisiones militares ningún papel. Quizás prima en algunos círculos la opinión difundida en países occidentales de que, más allá de cualquiera divergencia, los gobiernos “islamistas” son una tropa de incapacitados políticos, proclives a la guerra y al terrorismo, quienes sólo pueden entender el lenguaje de la violencia.

Naturalmente los gobiernos árabes han solidarizado con Palestina (¿cabía esperar lo contrario?) pero ─ hecho sorpresivo ─ no con el Hamás, por lo menos no de modo explícito. Esa es la razón por la cual Merkel y Obama pidieron a Morsi que intercediera frente al Hamás. Eso no quiere decir, y ambos mandatarios lo saben muy bien, que el presidente egipcio sea un mediador.

Mohamed Morsi de acuerdo a su cultura y a su religión no oculta simpatías por Palestina, y quizás es bueno que así sea. Tampoco es un aliado ni estratégico ni táctico de Occidente. Pero ─ y la sutil diferencia es importante ─ sí es un muy válido interlocutor político. Esa es, por ejemplo, la diferencia entre Morsi y su antecesor Mubarak quien era aliado de Occidente pero por eso mismo no podía ser un interlocutor político para nadie. Ese hecho objetivo, además de sus notables cualidades políticas, son las razones por las cuales Morsi se está convirtiendo ─ si no en un Nasser islámico como adujo un ingenioso comentarista ─ en un líder indiscutido de la región.

La comunicación  de Morsi con las potencias occidentales es óptima. La sintonía con Erdogan en Turquía es perfecta. Tanto en Túnez como en Libia, tanto entre los difíciles jeques saudíes como en la resistencia siria, tanto en Jordania como en Líbano, su voz es escuchada con admiración y respeto.

Alguna vez deberá terminar esa guerra sin vencedores que es la de Gaza. Eso lo sabe Morsi. También lo sabe Obama. Y como los dos lo saben, actuaron juntos. Obama conversó con Benjamín Netanjahu. Morsi hizo lo mismo con Jaled Mashaale, líder del Hamás. El cese del fuego declarado el 20 de Noviembre fue un breve triunfo de la política por sobre la guerra.

No deja de ser interesante mencionar que en medio de la guerra Obama viajó a Birmania. ¿Intentó escapar del conflicto en Gaza? En ningún caso. Si uno observa con cierta detención la estadía de Obama en Birmania permite notar que ella está cargada de símbolos.

Desde un punto de vista comercial, Obama viajó a un país del sudeste asiático considerado como reservado natural de la economía china (¿Respuesta a la agresiva política económica de China en Europa y en América Latina?) Pero desde un punto de vista político viajó a un país que, pese a no ser todavía democrático, ha hecho muchos avances en materia de derechos humanos. Luego, el suyo es también un mensaje a los gobiernos árabes ─ incluyendo al que regirá en Siria en el futuro próximo ─ uno que dice más o menos así: “Podéis contar con nuestro apoyo siempre y cuando no intentéis erigir nuevas dictaduras”. Mensaje que deben haber entendido muy bien los musulmanes esclarecidos pues en Birmania miles de musulmanes han sido objeto de persecuciones llevadas a cabo por budistas

¿Detalles sin importancia? Quien sabe. Pero el dicho alemán que reza: “el diablo se esconde en detalles” ha probado ser válido en no pocas ocasiones. De tal modo que ese abrazo y beso que intercambiaron la admirable disidente Aung San Suu Kyl y el presidente Obama puede que no sea un detalle sin importancia. En todo caso es difícil imaginar a Aung abrazando a Bush; o a Romney.

Esos detalles son al fin los que llevan a los grandes acontecimientos de la historia, o lo que es lo mismo: cada gran acontecimiento está precedido por múltiples detalles.

El giro de Mercosur contra Israel


Andrés Oppenheimer

Aunque tanto la Unión Europea como el bloque Mercosur de Sudamérica condenaron la última ronda de violencia en el Medio Oriente antes del acuerdo de cese de fuego, hubo una enorme diferencia entre sus respectivas posturas: una fue balanceada, la otra fue vergonzosamente tendenciosa contra Israel.

La Unión Europea, de 27 países, dijo en una declaración del 19 de noviembre que “lamenta profundamente la pérdida de vidas civiles de ambos lados” del conflicto entre Hamas e Israel, y que “todos los ataques deben finalizar de inmediato”.

Y agrega que “la Unión Europea condena enérgicamente los ataques con cohetes desde la Franja de Gaza a Israel”, y que “Israel tiene derecho a proteger a su población de esa clase de ataques; al hacerlo, debe actuar de manera proporcionada y asegurar la protección de los civiles en todo momento”.

En otras palabras, los países europeos explícitamente reconocieron que Israel tiene el derecho de defenderse de los diarios ataques de Hamas, exigiendo al mismo tiempo que Israel no responda de manera desproporcionada. Días antes, el 14 de noviembre, Estados Unidos había emitido un comunicado culpando a “Hamas y otras organizaciones terroristas” de haber iniciado esta última ronda de violencia.

En comparación, la declaración el bloque Mercosur — integrado por Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela, tras la suspensión de Paraguay — omitió toda referencia al derecho de Israel a defenderse. La declaración del 17 de noviembre del bloque sudamericano, expresaba “preocupación por el uso desproporcionado de la fuerza” — una clara referencia a Israel — y pedía la inmediata finalización de la violencia.

La declaración no mencionó la escalada de ataques con cohetes de Hamas en los últimos meses. Desde el 2005, los milicianos de Hamas han disparado más de 8,000 misiles contra Israel desde la Franja de Gaza, incluyendo 2,000 este año, perturbando la vida cotidiana de más de un millón de personas que viven en el sur de Israel, según las Fuerzas de Defensa de Israel.

Este año, por primera vez, los misiles de Hamas — suministrados en gran parte por Irán — han alcanzado a Jerusalén y Tel Aviv. Israel dice que Hamas lanza misiles desde áreas densamente pobladas de Gaza, cercanas a las mezquitas, escuelas y hoteles, usando a los civiles como escudos humanos.

La declaración del Mercosur también dice que sus países miembros “expresan su apoyo a la solicitud del Estado de Palestina” de obtener un banca en las Naciones Unidas como país observador en el voto de la Asamblea General previsto para el 29 de noviembre. Israel y Estados Unidos dicen que ese reconocimiento formal de Palestina, que permitiría a los palestinos lanzar acciones diplomáticas y legales contra Israel, sólo puede darse después de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos.

El hecho de que la declaración de Mercosur no reconociera el derecho de Israel a defenderse refleja el creciente apoyo del bloque sudamericano a la causa palestina y su alejamiento de un enfoque balanceado de la disputa de Medio Oriente, me dijo en una entrevista el ex presidente peruano Alejandro Toledo, que sigue el tema de cerca.

“Me preocupa la posición del Mercosur: la encuentro un poco desbalanceada”, me dijo Toledo, agregando que la posición de la Unión Europea es más equitativa. “El estado de Israel tiene derecho a defenderse, y al mismo tiempo tiene el deber de proteger a la población civil”, dijo Toledo.

Mi opinión: Coincido con los analistas más objetivos en que ni los palestinos ni los israelíes están enteramente libres de culpa en este conflicto. Las políticas de línea dura del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu no han ayudado a negociar la paz en Medio Oriente, y los nuevos gobiernos pro-fundamentalistas islámicos de Egipto y de Turquía han empeorado las cosas al acercarse a grupos como Hamas, que admiten abiertamente que quieren borrar a Israel del mapa.

Y Hamas, a su vez, es culpable por haber escalado drásticamente sus ataques con cohetes contra objetivos civiles en Israel en los últimos meses, probablemente para provocar una sangrienta respuesta israelí que presionaría a Egipto, Jordania y otros países a renunciar a sus tratados de paz con Israel.

Pero aunque todos tienen parte de la culpa, el mundo debe reconocer el derecho de Israel a defenderse. Ningún país puede cruzarse de brazos cuando sus civiles son bombardeados todos los días desde un territorio vecino.

La Unión Europea adoptó una postura balanceada, llamando a la cordura a ambas partes. Mercosur, quizás reflejando su transformación de un bloque económico a un bloque político cada vez más radicalizado desde la incorporación de Venezuela, tomó una postura vergonzosa, echándole toda la culpa a Israel.

Una fiera con cara de perro


René Gómez Manzano. CUBANET
Puesto a escoger entre los fundamentalistas que dan una interpretación literal a la Biblia — de una parte — y los teólogos — entre ellos los católicos— que reconocen que los autores de sus diferentes libros, aun inspirados por Dios, incorporaron a sus textos símbolos, imágenes poéticas y mensajes numerológicos que no corresponde tomar al pie de la letra — de la otra —, opto por la segunda variante.

En ese contexto, el relato sacro sobre el llamado “diluvio universal” y “el arca de Noé”, por ejemplo, constituye tan sólo una imaginativa alegoría para expresar que el amor que Dios siente por el hombre, pese a las infidelidades y traiciones de éste, es tan grande, que siempre está dispuesto a perdonarlo y comenzar todo de nuevo, incluso empleando formas que resultan sorprendentes para el ser humano común.

Estas breves consideraciones esotéricas están motivadas por la noticia, que publicó el Granma del pasado sábado con la firma de mi colega y tocayo René Castaño, sobre el arribo a Cuba de la primera parte de un donativo hecho por la República de Namibia, el cual consiste en 131 animales silvestres pertenecientes a 20 especies diferentes.

Es el caso que la “operación” ha sido bautizada como “Arca de Noé II”. Es de presumir que esa denominación haya sido impuesta por los africanos: Los nombres de origen religioso como ése no son los predilectos de los “ateístas científicos” del marxismo-leninismo criollo. Castro y sus seguidores suelen preferir términos más pedestres, como “Bastión” o “Pitirre en el alambre”.

No pongo en duda las buenas intenciones de los namibios, pero su generoso regalo — valorado en más de 17 millones de dólares — coloca a las autoridades cubanas en el difícil trance de subvenir a las necesidades nutricionales de hienas, chacales, guepardos, zorros y leones, animales que poseen hábitos alimentarios ofensivos para los castristas, ya que, como todo el mundo sabe, tienen la fea costumbre de comer carne.

En ese sentido, pese a los nobles propósitos que podemos atribuirles a los amigos africanos, su donativo recuerda a los elefantes blancos que los reyes de Siam obsequiaban en ocasiones a determinados súbditos. Se dice que ese don tiene una connotación peyorativa porque el agraciado no podía deshacerse del regalo regio, pero el sostenimiento del voraz paquidermo podía llevarlo a la ruina.

Siento piedad por los animales enviados a Cuba. En vez de sitios más acogedores como pudieran serlo Nueva York, Montevideo o Dakar, les tocó en suerte venir a terminar sus días en la hambreada Habana, donde el papel que les corresponderá desempeñar en la cadena alimentaria se hace más que incierto. Sólo Dios sabe qué clase de alimañas, piltrafas o pellejos tendrán que deglutir para no perecer de inanición.

Sus guardianes, cuyas familias ven muy poca carne (si es que alguna), se sentirán tentados de disputarles el alimento. Tal vez esos custodios imiten a sus compatriotas de aquel zoológico oriental que, armados con tubos y garfios, y demostrando el valor a toda prueba que tiene un cubano motivado, se dedicaban a despojar a los leones de los cuartos de rumiantes que eventualmente les suministraban, sacándoselos de entre garras y fauces a tubazo limpio.

No obstante, barrunto que los mayores problemas estarán vinculados no al papel de los animales como sujetos activos del proceso de alimentación, sino como posibles objetos de éste. Entre las bestias obsequiadas — según el gacetillero oficialista — los namibios émulos del monarca tailandés tuvieron la idea poco feliz de incluir búfalos, impalas y antílopes.

¡Sabrá Dios cuántos cubanos desesperados estén dispuestos a atentar contra la superación cultural de las nuevas generaciones, con tal de que ellos y sus seres queridos puedan sentir entre sus dientes las dañinas fibras rojas; aunque se trate de una especie exótica, y no de las reses que estábamos enviciados en consumir antes de que llegara el Comandante y mandase a parar!

Es cierto que los animales están destinados al Zoológico Nacional, donde permanecen en grandes espacios, pero yo no me atrevería a asegurar que no aparecerá ningún compatriota enloquecido que esté dispuesto a organizar un safari urbano nocturno y arrostrar la ferocidad de guepardos y hienas, y de las mismas presas, con tal de hacerse con unos buenos perniles de búfalo. Ya se sabe que, como reza el refrán, el hambre es fea y tiene cara de perro.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Los convencidos


Cuando se habla con ellos, con los convencidos, los pocos que quedan, no escuchan lo que no les gusta escuchar, porque  flotan a kilómetros del suelo y la prosaica realidad signada por el dinero y la barriga.

Luis Cino Alvarez. Blog CIRCULO CINICO
Nunca se me dio bien simular la devoción fidelista. Siempre metía la pata. Hace muchos años,  cuando estaba en ambientes oficiales  y no me quedaba más remedio que hablar la jerga revolucionaria, emplear, por ejemplo, la palabra compañero para dirigirme a alguien que me caía como una patada en los testículos, o hacerme una autocrítica en un análisis de grupo estudiantil ─ aquellos repugnantes episodios masoquistas ─ parecía que no hablaba en serio, que me burlaba.

Y en realidad era así, aunque la mayoría de las veces yo no estuviera muy conciente de ello. Soy burlón e irreverente por naturaleza. Siempre lo he sido, desde pequeño, y eso me ha costado no pocos tropezones.

El castrismo y sus rituales, de tan solemnes y absolutos, siempre  me  parecieron tremendamente ridículos. No ahora que ya todos nos quitamos la venda de los ojos ─ si es que alguna vez la tuvimos ─ y estamos hartos de ver  al emperador encuero, de descubrir sus trucos baratos y escucharlo hablar mierda hasta por los codos.

Me pasaba incluso cuando era niño, y en la escuela y en mi casa todos los caminos llevaban a Fidel, la revolución y el socialismo, al que repetían a toda hora que pertenecía por entero el futuro de la humanidad. Y uno hasta se lo creía y se preguntaba si al final del camino, con los defectos, los errores, los horrores, los problemas y las dudas, no tendrían razón papá, los profesores y la presidenta del CDR.

Pero siempre algo me avisaba que no, que la vida estaba más allá de las consignas que hablaban de muerte y de los tipos con cara de estreñidos que querían de todas maneras y por encima de todo, hacerte parte de un colectivo  con una sola voz que imitaba siempre la del Comandante y no tenía otras metas que no fueran las de la revolución.

La liturgia fidelista que me metían por los ojos y los oídos me costaba tanto trabajo asimilarla como la religiosa, que nos prohibían porque era “el opio de los pueblos”. Al final ─ para qué estaba el altar de mi abuela ─, me fue más asimilable la religiosa. No concibo vivir sin creer en algo, aunque sea sin demasiada convicción y ningún aspaviento (he dicho otras veces que, como la mayoría de los cubanos soy católico, ay Frank Sinatra y Santa Bárbara cuando truena, a mi manera). Y si de creer se trata, un partido o un líder, por muy máximo que sea, me quedan demasiado cortos…

Digo todo esto, no porque les vaya a hacer el cuento de cómo vine a parar a la disidencia, que tampoco es la maravilla que muchos creen, con tanto fidelismo trasplantado pero de signo contrario como hay en ella. Nada de eso.

Sucede que no salgo de mi asombro cuando escucho, no precisamente a dirigentes, de los cuales se puede esperar cualquier  payasada, por no decir algo peor ─ no quiero emplear epítetos ni algunas de las malas palabras que tanto se me escapan últimamente ─ sino a gente común que dicen seguir siendo “revolucionarios”, hablar con una convicción que parece impermeable a todos los desencantos, las mentiras, las paranoias, los desastres y el país que se nos cae literalmente a pedazos.

No me refiero a los simuladores, sino a los convencidos, los incondicionales, que por increíble que parezca, todavía quedan. Son los que todavía hablan en un tono que me recuerda el que escuchaba en mi casa a papá con su uniforme de miliciano o se podía leer  en las cartas revolucionariamente firmadas de mi hermana, que había renunciado a ser una burguesita devota de la Virgen y de Elvis, cuando recogía café en las lomas orientales, comida por las santanillas,  en plena crisis de los misiles, y decía estar dispuesta a morir con Fidel en los labios y en el corazón.

La pregunta no es  cómo se podía ser tan comunista y tan cursi ─ ¿picúo suena más cubano? ─ sino cómo se puede seguir siéndolo a estas alturas del campeonato. Porque se puede simpatizar con cualquier causa, tener las razones que sean para ello, más que ninguna otra, por no dar uno su brazo a torcer, que es bien difícil, lo sabemos, pero no hay que exagerar.

Cuando se habla con ellos, con los convencidos, los pocos que quedan, no escuchan lo que no les gusta escuchar, porque  flotan a kilómetros del suelo y la prosaica realidad signada por el dinero y la barriga. Tienen la versión de lo que ocurre en el mundo según el Granma, la Mesa Redonda y el expurgado Telesur que ponen por un canal de la TV cubana a la misma hora de la telenovela.

No ven lo que ocurre a su alrededor porque miran desde una nube hecha de ingenuidad y fanatismo que desmiente cualquier otra razón que no sea la que les inculcaron. Hablan de la sangre derramada y los sacrificios hechos para construir una sociedad mejor, que dicen estar dispuestos a perfeccionar, aunque nos pasemos varias generaciones más en ese empeño.  Están convencidos de que tienen la razón de su lado. Les  duele y les resulta increíble que alguien pueda cometer el error de tener una opinión dos milímetros distinta.

Y uno no sabe si tenerles lástima o pegarles con un bate de aluminio, a ver si despiertan de una maldita vez. Porque nunca habrá forma de hacerles comprender cuanto nos han fastidiado la vida,  y se la han fastidiado ellos, tan puros, tan ingenuos,  tan idealistas, tan desinformados, tan tontos.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Los fantasmas de la calle Infanta


Orlando Freire Santana. CUBANET

El pasado domingo 4 de noviembre el periódico Juventud Rebelde publicó una de las habituales crónicas del periodista Ciro Bianchi Ross. En esta ocasión trató sobre la calle Infanta, esa conocida arteria habanera que va desde el Malecón hasta la Esquina de Tejas, y que en su recorrido bordea los barrios del Vedado y Centro Habana, para penetrar finalmente en el Cerro. Bianchi se refiere a la historia de esta calle, en lo fundamental durante el período comprendido entre los años 1843 y 1959.

La propia Esquina de Tejas, entre otros establecimientos, poseía una panadería que clasificaba entre las mejores de la ciudad, con una producción de pan cada 15 minutos que hacía las delicias de los consumidores. Allí mismo se ubicaba el cine Valentino, en el cual los vecinos de los alrededores podían disfrutar del séptimo arte sin necesidad de acudir a las grandes salas cinematográficas. Ya no existen ni la panadería ni el cine. A propósito, en toda la larga extensión de Infanta solo encontramos un cine, el denominado Multicine Infanta, restaurado hace algunos años después de ser destruido por un incendio. El otrora cine Astral ya no funciona como tal, y ahora se emplea casi siempre en actividades políticas progubernamentales.

En el tramo de Infanta correspondiente a las calles Manglar y Amenidad se levantaban la fábrica de muebles Orbay y Cerrato y la embotelladora de refrescos Canada Dry S.A., además de un terreno de béisbol que vio pasar por su césped a relevantes figuras de nuestro deporte nacional. Han desaparecido el terreno de béisbol y la fábrica de muebles, mientras que la próspera y bien surtida embotelladora de entonces se ha transformado en una fábrica que elabora un solo tipo de refrescos, por supuesto de menor calidad que sus predecesores. Ahora en el lugar se erige un edificio multifamiliar de 20 plantas, cuyos apartamentos, casi en su totalidad, fueron destinados a miembros de la oficialista Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y a otras personas identificadas con el gobierno.

Si avanzamos hasta la esquina de Infanta y Peñalver, la nostalgia nos invade al rememorar el edificio que albergó a la revista Carteles, clausurada en 1960, y que fue una de las más importantes publicaciones de la época. Esta revista, además de divulgar los acontecimientos políticos y sociales de Cuba y el mundo, se destacó por la gran cobertura que brindaba a los temas culturales, en especial el cine y la literatura. Sin embargo, asombra que, entre los nombres mencionados por Bianchi Ross no estuviese el de Guillermo Cabrera Infante, ya que el novelista realizó durante toda la década del 50, desde las páginas de Carteles, tal vez la mejor crítica de cine que se haya hecho en Cuba. ¿No se habrá enterado el señor Bianchi de que la necrocultura oficialista permite referirse a los intelectuales fallecidos que se opusieron al castrismo? Pero hay más: ¿es que acaso no habrá leído el libro Sobre los pasos del cronista (El quehacer intelectual de Guillermo Cabrera Infante en Cuba hasta 1965), Premio UNEAC de ensayo en el año 2009?

En Infanta y San Lázaro, Bianchi recuerda la existencia de Lámparas Quesada, una tienda que exhibía y vendía útiles del hogar. Este local habanero era la casa matriz de la empresa, la cual tenía sucursales en Panamá, Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico. El sitio se halla cerrado y en total abandono desde hace varios años. Ni siquiera la sombra del Caballero de París, el pintoresco personaje que pernoctó antaño en sus portales, sería capaz de insuflarle vida a esos contornos.

Se impone agregar que Infanta no escapa de la lista de calles habaneras que han sufrido últimamente derrumbes en sus edificaciones. En la intersección con la calle Salud, dos edificios de viviendas se desplomaron, causando la muerte de varias personas.

No hay dudas de que la crónica de Bianchi, con independencia de su intención, debe de haberles resultado útil a los lectores cubanos. Su lectura desprejuiciada nos acerca a una máxima muy recurrente: cualquier tiempo pasado fue mejor.