domingo, 27 de enero de 2013

"La cara de América"


La Celac tendrá el rostro del jefe de un país en el que no hay elecciones desde la década del 40 del siglo pasado y el periodismo libre es el oficio de una minoría de hombres y mujeres marginados y sin recursos

Raúl Rivero. ANALITICA.com

COMO muestra de su aguzada visión política y de su preocupación por ofrecer un testimonio claro de su perfil democrático, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) va a elegir a finales de este mes al general Raúl Castro Ruz como presidente para el periodo de trabajo de los próximos 12 meses.

La institución, integrada por 33 países de la región, designará al gobernante cubano para el cargo durante una reunión con la Unión Europea que se celebrará el lunes en la capital chilena. El anfitrión de la cita, Sebastián Piñera, pasará la presidencia a Castro, que en el 2014 la entregará a la señora Laura Chinchilla en Costa Rica.

Con esta decisión, la Celac ha querido, seguramente, enseñar su diversidad, su tolerancia y la vocación unitaria de las naciones de esa parte del mundo. Al mismo tiempo, pretende aclarar que sus mandatos originales no pueden ser un estorbo a la hora de encarar las tareas en una realidad tan compleja como la que vive hoy la Humanidad.

Fundada en México hace dos años con el objetivo de «reafirmar la preservación de la democracia y de los valores democráticos y la vigencia de las instituciones y el Estado de Derecho», la Celac nombra al jefe del régimen de la isla al culminar el año 2012 durante el que se duplicó la cifra de los presos políticos (hay ahora unos 90) y se realizaron 550 arrestos arbitrarios por mes a los representantes de la oposición pacífica y las Damas de Blanco.

La organización, promovida con fervor por Hugo Chávez para debilitar la Organización de Estados Americanos (OEA) y sacar del juego a Estados Unidos y Canadá, tendrá el rostro del jefe de un país en el que no hay elecciones desde la década del 40 del siglo pasado y el periodismo libre es el oficio de una minoría de hombres y mujeres marginados y sin recursos.

El nombramiento de Castro como presidente de la Celac es otra seña del recorrido todavía triunfal del populismo en el continente. Un timbre del poder de maniobra de los mentores del socialismo del siglo XXI, sus aliados y de los que se dejan querer con la mano extendida hacia el dinero de Venezuela. Y un retrato de la hipocresía, el oportunismo y la demagogia de quienes duermen con un cartel de demócratas a los pies de la cama y a la vera de la caja de caudales.

VeneCuba: Del líder a la camarilla


Diego Bautista Urbaneja. EL UNIVERSAL

La naturaleza de la lucha democrática en el país está por cambiar, si no lo ha hecho ya. En esencia, el cambio consiste en que en uno de los polos de la vida política, el oficialismo, se está produciendo el paso de una política centrada en un líder con un proyecto político, a una política centrada en una camarilla interesada en la mera conservación del poder que hereda de las manos del antiguo conductor.

Para la defensa de su poder dispone la camarilla de, precisamente del poder que Chávez había concentrado como condición para llevar adelante su proyecto, y que, ausente aquel de la escena, queda disponible para que la camarilla lo use en su propio provecho. Tiene ahora ese poder la forma, no del liderazgo del conductor que abandona el escenario, sino de un aparato de poder donde se combinan la maquinaria partidista, el aparato del gobierno y los poderes del Estado.

La camarilla es el círculo de los atornillados, de los conectados, de los poderosos, de los enquistados es una maraña de intereses políticos, económicos, militares. Pareciera que la lista de los principales miembros es obvia, pero no hay que irse de bruces. Es posible que no formen parte de ella nombres que suenan o han sonado mucho estos años y que parecerían grandes jerarcas del chavismo, pero que en realidad están fuera de esos circuitos privilegiados. Cada quien sabrá, en ese mundo, si forma o no parte de la camarilla.

Con seguridad que miembros de la camarilla sienten por Chávez un genuino afecto y también que varios de ellos compartan el proyecto político y social que aquel haya podido albergar. Pero ya sabrán unos y otros que sin Chávez el afecto y el proyecto ha de dar paso al interés por la simple conservación del poder, y que ello será cada vez más así, a medida que la figura del dirigente se difumine. No podrán pensar en otra cosa. Les deja Chávez el pesado fardo de una situación con la que sólo él podría haber cargado. Pero ahora que la figura del líder se ausenta, la camarilla recibe ella sola la carga de una situación que se revelará crítica, y que la ausencia del gran prestidigitador pondrá el desnudo a los ojos de todos.

Para la oposición, el adversario cambia de naturaleza. Ya no se trata de un líder capaz de suscitar fervor en parte importante de la población, sino de una desangelada cofradía de compinches que lo único que quiere es mantenerse mandando, para lo cual está dispuesta a lo que sea, pasando por ahora por encima de cualquier conflicto de ideas o de intereses que pueda existir entre sus diversas facciones.

El tema de la camarilla pone en juego una cuestión que ha llegado a ser decisiva en la política venezolana, y en particular en la del oficialismo: el factor cubano. El visto bueno de Cuba parece tener por los momentos un papel clave a la hora de decidir quiénes en la camarilla están en primer lugar y quiénes en los segundos. No es que los cubanos puedan decidir quién es de la camarilla y quién no. Esa red de intereses, negocios, relaciones, se ha tejido en casa, a lo largo de la historia interna de este gobierno y seguramente sus miembros tienen como hacer respetar su pertenencia al club. Pero los gobernantes cubanos sí están en capacidad de incidir de forma determinante el lugar relativo que en el corto plazo ocupará cada quien, de modo que los intereses del castrismo queden bien asegurados.

La camarilla tiene que tratar de beneficiarse del respaldo popular del que ha gozado Chávez. Para ello, adelantará dos líneas de acción. La una, construir en torno al barinés una mitología, de forma que la camarilla aparezca como la administradora de un legado cuasireligioso. La otra, difundir la idea de que sólo la camarilla asegura la continuación de las políticas que los seguidores de Chávez identifican con él. Ya en la campaña electoral, la estrategia del comandante se centró en ese tema, pero en esa ocasión era su propia permanencia en el poder la que aseguraba esa continuidad. Es más complicado hacer creer que la camarilla es garante de ella, sobre todo teniendo en cuenta su evidente medianía. De todos modos, oiremos esa musiquilla hasta el cansancio.

Así pues, por el lado del oficialismo, camarilla habemus. Pasaron los días del líder y su oratoria inflamada y llegaron los días del círculo que lo ha rodeado. La camarilla. Es mucho lo que tiene en juego, está muy consciente de su desnudez ante lo que se le viene encima, y la sospechamos capaz de todo.

Sin novedad en el frente

Carlos Alberto Montaner. FIRMASPRESS


¿Cómo será Obama 2? Naturalmente, como Obama 1, aunque decidido a tratar de sacar adelante dos o tres temas sociales relevantes: los derechos de homosexuales y lesbianas, la legalización de un porcentaje de los inmigrantes ilegales, la reforma, muy matizada, del seguro médico, y poco más.

Obama sabe que a él no lo eligieron para cambiar la historia del país, ni para revolucionarlo, sino, como a todos sus predecesores, para mejorar parcial y levemente la administración del sistema de acuerdo con los límites que marca la ley. Él es el agobiado gerente de una república, no un mago.

Ahí, precisamente, radica la grandeza de la experiencia social norteamericana. Durante la ceremonia de posesión varios de los expositores lo dijeron con orgullo y vehemencia: estaban en presencia del presidente número 44 de la República. Desde la elección de George Washington en 1789, hasta hace unos días, la transmisión de la autoridad se ha hecho siempre ordenadamente y dentro de las pautas de la Constitución promulgada en 1787. 

Nada de golpes militares, ni de revueltas populares o elitistas. Incluso en 1864, durante la Guerra Civil, funcionaron las urnas y Lincoln fue reelecto. Es verdad que los Estados confederados del sur no votaron, pero no se alteró el ritmo constitucional. Cuando, a las seis semanas, asesinaron al gobernante, el vicepresidente Andrew Johnson, un exsenador demócrata y sureño, bastante tosco e impopular – Lincoln era republicano y educado —, asumió el cargo y terminó su mandato en 1868.

Mientras los latinoamericanos solemos estar muy satisfechos con nuestras revoluciones y cultivamos la admiración por los personajes que las dirigen, y les escribimos odas y corridos a nuestros fulgurantes caudillos, los norteamericanos, en cambio, se enorgullecen del sosegado funcionamiento institucional.

Lo fundamental en Estados Unidos es que quien ocupe la Casa Blanca, un escaño en el Congreso o el Senado, o un cargo en la judicatura, haya accedido a ese puesto dentro de la ley. La nación es totalmente refractaria al barullo revolucionario, aunque todos saben que en la clase política, como en cualquier estamento, abundan las personas mediocres. Nadie espera superhombres que salven la patria sino funcionarios que obedezcan las reglas.

Lo asombroso de Estados Unidos es, precisamente, la capacidad para cambiar la realidad social, política y económica del país sin modificar sustancialmente la estructura del Estado y las normas constitucionales.

La república norteamericana comenzó con 13 colonias agrupadas cerca de la costa Atlántica, en la que existían algo más de tres millones de blancos y setecientos mil esclavos negros (los indios apenas figuraron en el censo de 1790).

Ese primer país estaba dirigido por varones adultos, escolarizados, propietarios, fundamentalmente, cristianos. Los negros, las mujeres y los pobres no existían. Doscientos veinticuatro años después de la elección de George Washington, la nación, presidida por un afroamericano graduado en Harvard, ha multiplicado su geografía por ocho y su población por 80.

Hoy viven en Estados Unidos 315 millones de personas y la inmensa mayoría forma parte de las clases medias. La nación, desde hace un siglo, se ha convertido en la primera potencia científica, militar y económica del planeta, mientras, simultáneamente, ha ido  incorporando a casi todos los individuos a los mecanismos de toma de decisión. Si hay un estado progresista, es éste. Es el que más progresa.

La historia de Estados Unidos demuestra que la verdadera prosperidad no se logra mediante los espasmos revolucionarios, generalmente sangrientos y destructivos, sino por el respeto a la ley y la continuidad en la obra de gobierno en sociedades libres. Aquí está la prueba.

Por eso es absurdo temer a Obama 2. El cuadragésimo cuarto presidente, aunque tiene una visión del gasto público y del papel del Estado más intervencionista que la media nacional, no llegará a los extremos, por ejemplo, de Lyndon Johnson, el presidente número 37, y la “Gran Sociedad” que desplegara en los años sesenta del siglo pasado.

En el 2017, sencillamente, los americanos elegirán al presidente número 45 y la nación continuará su camino ascendente sin prisa ni pausa. Ese año, Obama pasará a ser un expresidentes laborioso y cordial preocupado por armar una biblioteca pública con sus papeles y recuerdos. Así viene ocurriendo desde hace más de dos siglos.

sábado, 26 de enero de 2013

Cuba al frente de la Celac: triste paradoja para la región


EDITORIAL DE LA TERCERA
En una situación que sólo cabe calificar como una triste paradoja, Cuba accederá mañana a la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (Celac). Parece lamentable que el único miembro abiertamente dictatorial de esta instancia intergubernamental sea el encargado de representarla y liderarla durante un año, más aún si la Celac ha sido concebida como un organismo que tiene un “compromiso indeclinable con el fortalecimiento de la democracia” y sus integrantes dicen compartir los principios y valores del respeto a los derechos humanos.

El régimen cubano no satisface ninguno de estos requisitos que la misma Celac se ha impuesto. El hecho de que haya sido seleccionado para asumir la presidencia de ésta es una muestra de la falta de coherencia de los países que la integran. También constituye una evidencia de la escasa relevancia que ellos mismos le asignan al ente, pues es muy probable que no confiarían a un gobierno de esas características el cargo si éste tuviera importancia real.

En todo caso, el simbolismo es muy significativo, pues supone la incorporación sin cortapisas de Cuba en la comunidad latinoamericana y caribeña, concretando así un antiguo anhelo de la diplomacia de ese país. Una situación que parece inaceptable, dada la realidad política que se vive en la isla, donde el control del Partido Comunista es total y no existe posibilidad alguna de alternancia en el poder. Al mismo tiempo, el reconocimiento entregado supone una inexplicable ausencia de solidaridad y comprensión hacia los ciudadanos cubanos que sufren el diario atropello a sus derechos básicos. Por lo anterior, que La Habana ocupe la presidencia de la Celac debe ser motivo de vergüenza para un continente que en las últimas décadas ha desplegado ingentes esfuerzos para dotarse de institucionalidades democráticas.

A Chile esta realidad le afecta de manera especial. En los últimos años, el gobierno cubano ha brindado refugio a varios de los autores materiales e intelectuales del asesinato del senador Jaime Guzmán, ocurrido en 1991. De manera sistemática, La Habana se ha negado a colaborar con la justicia chilena para poner a disposición de ésta a los culpables, al punto de que existen indicios de que uno de los terroristas que atentó contra la vida de Guzmán reside actualmente en la isla junto a su pareja, quien también habría participado en la planificación del crimen. La cooperación cubana con los asesinos del parlamentario es un hecho inexcusable y de la mayor gravedad, que no puede ser pasada por alto y que cuestiona la idoneidad del gobierno de ese país para presidir la Celac.

Las autoridades nacionales han dejado en claro que representarán al gobierno cubano su inquietud en torno al tema. El Presidente de la República señaló ayer que demandará del jefe de Estado de ese país la colaboración para facilitar la investigación que llevan adelante los tribunales chilenos y La Moneda ha anunciado que le entregará al dignatario visitante documentación para formalizar tal solicitud y aportar antecedentes. Un mínimo de coherencia en la defensa de los derechos humanos y el rechazo a la violencia política terrorista exige que todos los sectores políticos del país respalden al Ejecutivo en esta materia, pues lo que está en juego aquí es más profundo que alguna ventaja partidista puntual.

viernes, 25 de enero de 2013

La bacteria inteligente


Laureano Márquez. TALCUAL DIGITAL

Gracias al programa de radio de la querida Elba Escobar (obviamente contagiada), tuve conocimiento de un hecho de extraordinaria relevancia que brinda, además, una magnífica oportunidad de evitar hablar de lo que uno debe.

Descubrimientos científicos concluyen que la ingestión de una bacteria común en el suelo llamada Mycobacterium vaccae, aumenta la inteligencia y disminuye la ansiedad.

Creo que es obvio que el tema nos interesa a los venezolanos con carácter de urgencia. Esta bacteria, según los que saben, la respiramos cuando estamos al aire libre y en contacto con la tierra. Se realizó un experimento con ratones, como es costumbre, por ser los únicos animales que no tienen defensores. Le inyectaron la bacteria viva en el pan de los ratones y el resultado fue que los que consumieron la bacteria  recorrían dos veces más rápido el laberinto y mostraban menor ansiedad que los que no la consumían.

Los resultados son concluyentes. A la hora de implementar la bacteria entre nosotros se nos presenta el gran problema de dónde conseguir el pan para inyectarla, por la escasez de harina reinante. Ya el Tribunal Supremo le encontrará salida a este dilema con alguna sentencia que declare que el pan no está ausente de las panaderías, que lo que hay es una continuidad de la masa.

Pero volviendo a los que nos interesa las autoras del trabajo Effect of Mycobacterium vaccae on Learning in Mice, Dorothy M. Matthews y Susan M. Jenks, nos dicen que jugar con la suciedad, andar tirado por el piso atrapando bacterias, que es lo primero que uno le prohíbe a los niños de uno, puede hacernos más inteligentes. El nombre de la bacteria, que se encuentra en el contacto con la tierra y al aire libre, viene de la bosta de la vaca por ser allí donde se encontraron las primeras cepas, que se sepa. Las consecuencias de esto son terribles, pero inobjetables: el destino de la inteligencia humana se encuentra al final del tracto digestivo vacuno. Una gran contribución a la inteligencia seria llenar la ciudad de vacas y que nadie recoja la bosta. No es casual ─ ahora uno lo entiende ─ que la India sea un país con sabias tradiciones espirituales.

Este descubrimiento cambia muchos de los supuestos que dábamos por sentado. Por ejemplo, los alcaldes que mantienen sus ciudades inmundas son los que más contribuyen con la inteligencia del pueblo. Ahora uno entiende por qué son reelectos tantos “incapaces”, la gente se siente menos ansiosa con ellos. Sugerimos que las próximas marchas, en vez de caminando, todos los bandos, deberían realizarlas obligando a sus copartidarios a arrastrarse al ras del piso. Exigimos  que se sintetice la bacteria, que nos la inyecten. Que nadie se coma un solomo más, dejemos a nuestras vacas vivir en paz y que, rebosantes de bosta, nos inspiren mientras las inspiramos a ellas.

Quién nos lo iba a decir: nuestro destino, nuestro progreso, está en coexistir con la suciedad. Casi que podríamos decir: la suciedad nos hará una mejor sociedad. Vamos, pues, por buen camino. Ya lo dijo en alguna parte el gran  Calderón de la Bosta: la vida es una barca.

Los venezolanos ya están acostumbrados


Francisco Rivero Valera. EL UNIVERSAL

Apto solo para gente inteligente.

Muchos venezolanos están como la rana de la metáfora de Olivier Clerc.

O sea, imagine una cacerola llena de agua fría en la cual nada tranquilamente una pequeña ranita. Un fuego se enciende debajo de la cacerola y el agua se calienta lentamente. La rana se siente feliz nadando en el agua tibia. La temperatura sigue subiendo. La rana ya no puede gozar y se siente cansada pero no se asusta. Ahora, el agua está tan caliente que la rana la encuentra desagradable pero está muy debilitada y no puede hacer nada. La temperatura continúa subiendo hasta que la ranita termina su vida, hervida.

Sería el proceso típico de acostumbramiento o de habituación, forma primitiva de aprendizaje individual y colectivo, que se instala ante estrategias graduales y repetitivas. Intencional o no. Con resultados negativos: respuestas o resistencias cada vez menos intensas. Final mortal por inercia total del individuo. Y objetivo facilitador de gobiernos autocráticos por sumisión absoluta del colectivo

Y son muchos los venezolanos que van por ese camino.

Analicemos.

Hace 14 años aceptaron la promesa de un gobierno democrático de 5 años de duración, avalista de la propiedad privada, incluyendo canales de televisión, y demás.  Como en olla con agua, a temperatura natural.

Luego, aceptaron el aumento de la temperatura con expropiaciones, amenazas y atropellos de políticas marxistas que cambiaron a políticas socialistas y comunistas y que, al final de cuentas, resultaron ser lo mismo. En olla, con agua de tibia a caliente.

Ahora los venezolanos están en el límite del acostumbramiento. Con una inversión de valores de tal magnitud que lo sagrado pasó a ser obsceno y lo extraordinario a  común,  aceptando los desacatos a la Constitución, los intentos absurdos de transmutación de la personalidad incomunicable por otra persona. Las 45 muertes violentas de los fines de semana. La inseguridad. Correr y competir en largas colas para comprar azúcar, arroz y otros alimentos. La pésima vialidad. El racionamiento de electricidad. Mentiras repetitivas, la entrega del país, corrupción, impunidad y demás. En olla con agua hirviente.

Similar al pueblo ruso durante la implantación del socialismo en la dictadura de Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, alias José Stalin. El acostumbramiento llegó a tal punto que perdieron hasta la capacidad de reacción, tolerando purgas políticas, pogromos antisemitas y expropiaciones masivas de tierras de los kuláks o medianos propietarios agrícolas. Con resultados catastróficos: la gran hambruna en Ucrania, y millones de muertes que, según el gobierno soviético, fue una medida necesaria para acabar con la retención y sabotaje de productos que ilegalmente practicaban los kuláks. Graziosi. Pero surgió la Perestroika, para desaparición del perverso socialismo estalinista.

En Venezuela todavía no hay hambruna pero sí hay comportamiento social por desabastecimiento. Lo que falta por ver es la pérdida de la capacidad de reacción de los venezolanos.

Sin embargo, no todo está perdido en esta olla de agua hirviente. El acostumbramiento tiene su proceso opuesto: la sensibilización. O sea, la inducción de la salida de la inercia con nuevos estímulos que aumenten las respuestas, con educación de la gente sobre las experiencias negativas que están causando marasmo. Y con estrategias de motivación.

Creo que llegó la hora de despertar. Y de cambiar de actitud para salir de la olla.

Que así sea.

miércoles, 23 de enero de 2013

Hoy cayó el muro del silencio


Justo J. Sánchez. CUBANET

A mi Lolita. Fuiste modelo de respeto neoyorquino en las diferencias y cariño cubano siempre. Dejas un gran silencio y a dos hombres en el triunvirato de por las tardes. Algún día vendrás conmigo a Caibarién, anidada en mi corazón.

Durante muchos, muchos años, los Díaz Balart, Ileana Ros-Lehtinen y la generación Mas-Canosa hicieron soliloquios con la voz de los cubanoamericanos. Durante muchos años la izquierda norteamericana, la prensa y las estructuras del poder “latino” se contentaron con el estereotipo. Definían al cubano como gritón Republicano. Demócratas y Republicanos ─ sin diferencia ─ vieron en el Versailles al centro neurálgico de la experiencia cubanoamericana. Nuestra historia no tuvo matices. Se relató en blanco y negro.

Fuimos muchos una minoría silente: progresistas, pluralistas, en lucha por evitar prejuicios, gays, lesbianas, afrocubanos, artistas marginados, maestros, poetas, los pobres, inconformes y excluidos. Ni nuestros hermanos “Latinos” ni la Izquierda nos dieron un puesto en la mesa. En las artes nos usaron a medida que viajáramos a Cuba ─ nos reconciliáramos ─ para legitimarnos y traer mercado. En el mundo académico la postura moral de mi profesor Juan Marichal en cuanto a la España franquista no era posible con Cuba. Los viajes a Casa de las Américas o la Bienal de La Habana son siempre bien vistos dentro de la industria cultural. Ciega permanece la intelligentsia a la mordaza con los periodistas y escritores desafectos que no tienen acceso a la Red, no podían viajar libremente hasta hace escasamente una semana y que son objeto de acoso policíaco arbitrario. La duplicidad o ofuscación se borra con un mojito y una jinetera.

Barack Obama mostró al mundo la diferencia. El mismo día que habló de Stonewall otorgándole la misma dignidad del “Domingo Sangriento” en Selma, Alabama, dio entrada al panteón literario americano a Richard Blanco, poeta gay cubanoamericano.  El primer presidente afroamericano nos dio la lira en la tribuna presidencial y nos pidió bendecir el acontecimiento. Con poesía y oración nos abrieron la boca y nos dieron voz. Nuestra palabra y nuestra invocación dieron testimonio de cómo la justicia rompe el silencio.  “We Shall Overcome” “Venceremos” y ciframos nuestras esperanzas en un mundo de posibilidades de igualdad y equidad los segregados como Luis León, niño Pedro Pan. Con Richard y el Reverendo Don Luis nos pusieron en la tribuna presidencial a los cubanos que no somos Republicanos, los que, pobres, no tenemos acceso al poder. Nuestra condición nos cierra las puertas de las galas recaudatorias de ambos partidos, de ambos. Con el poeta y el reverendo estamos los gays, los que creemos aún en el arte sin prostituirnos, ni “reconciliarnos” con dictaduras, los “Occupiers”, los excluidos por los ricos. Somos los que tenemos miedo a los acaudalados que nos excluyen, terror a mancharnos con la desgracia de la soberbia. Somos los que admiramos la poesía que mora en la humildad. Somos los doblemente exiliados.

Fue una linda mañana donde se nos instaba a la acción cívica en colectivo. Se instalaba reelecto un presidente afroamericano el día que conmemoramos la figura profética de Martin Luther King. El Doctor King no compró la igualdad ni la hizo valer con cabilderos. La fuerza y la convicción en el peso moral de los derechos civiles les hicieron realidad. Callamos por mucho tiempo pero hoy nos pidieron nuestra lírica y nuestra plegaria. Estamos aquí y ya no nos van a callar. No nos van a  callar.

sábado, 19 de enero de 2013

Caricatura de EL SIGLO


OEA: la cobardía contra la dignidad


Gustavo Coronel. ANALITICA.com

Vi una nauseabunda sesión de la OEA donde un solitario hombre de principios, Guillermo Cochez, embajador de Panamá, se enfrentó a una cayapa de cobardes e indignos tarifados del chavismo, quienes, en melosa y practicada prosa, se aferraron al cacareado principio de la no intervención para cerrar toda posibilidad de que el organismo purulento pueda hacer valer los principios de la Carta Democrática Interamericana, ese pedazo de papel con el cual se limpia el fundillo a diario José Miguel Insulza, para regocijo de la canalla del continente.

Guillermo Cochez pidió la palabra para decir lo siguiente:

* La Carta Democrática Interamericana está siendo violada en Venezuela y algunos miembros de esta organización lo celebran

* Citó el caso de Paraguay de Stroessner, país en el cual se decía que había democracia porque había poderes públicos, pero nadie mencionaba el hecho de que esos poderes públicos dependían de Stroessner

* Mencionó lo que es público y notorio, que Hugo Chávez presenta falta temporal, si no absoluta, por lo cual la Constitución es muy clara sobre el proceso de sucesión que debe seguirse, un proceso que ha sido violado en Venezuela

* Dijo que el 10 de Enero, como también es público y notorio, se llevó a cabo un acto violatorio de la Constitución venezolana, según la Iglesia, según los juristas venezolanos y analistas independientes, quienes calificaron el acto como propio de una democracia enferma

* Dijo que el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, convalidó esta violación y convirtió a la OEA en cómplice de lo ocurrido el 10 de Enero en Venezuela

* Dijo, vamos entonces a clausurar esta organización, vamos a ir ordenadamente a eliminarla. Si no podemos hacer cumplir la Carta Democrática Interamericana, estamos sepultando esta organización

* Citó a un político chileno quien llamó a la OEA un árbol seco en la llanura, que no se derrumba pero que no tiene vida.

Cuando Guillermo Cochez se sentó, tomó la palabra el engolado, pomposo, musolínico, voluble como pluma al viento, sudoroso, tránsfuga del social-cristianismo, segundón de un chofer de autobús y, además, mentiroso, embajador de Hugo Chávez en la OEA, Roy Chaderton Matos, quien en palabras preparadas cuidadosamente y temblando de emoción:

* Citó a Adlai Stevenson al decir que si Cochez continuaba mintiendo él estaría obligado a decir la verdad sobre él

* Llamó la intervención de Cochez “alocada”,

* Dijo, en tono abiertamente insultante, que Cochez era como el perrito de la RCA Victor, que “escuchaba la voz del amo”. Esta es una observación incriminatoria en boca de Chaderton, un sumiso y rastrero vocero de las barrabasadas del jefe, alguien quien abandonó todos los principios que le enseñó Calvani para poder vivir a su manera en el primer mundo

* Dijo que él era tres cosas (tiene mala memoria): un político, un diplomático y un caballero. Como político, dijo, solo polemizaba con el dueño del circo [¿USA?]. Como diplomático, evitaba opinar en público. Como caballero, tenía un trato respetuoso. Y dijo esto apenas segundos después de insultar a Cochez!

* Y de inmediato añadió: Usted (Cochez) es un miserable, usted es un patán y hasta un mál pintor. Añadió que se preparaba en boxeo y artes marciales para defenderse de Cochez. Agregó que Cochez no tenía cojones.

* Realmente, un espectáculo indecoroso, en el cual el representante de un régimen de malandros como el de Chávez insultó de manera soez a un embajador quien pedía que la OEA cumpliera con su deber.

* Acusó a Cochez de conspirar contra el gobierno venezolano junto a otros venezolanos y junto con Manuel (sic) Noriega, en esa guarida de delincuentes que es GLOBOVISION.

Después que Chaderton, tembloroso y sofocado por la emoción que lo embargaba, terminó de hablar, pidió la palabra el representante de Guatemala para invitar a los embajadores a... una exposición de arte fotográfico. Esto realmente me reveló mucho sobre el grave caso de osteoporosis ética que aflige a esta pobre gente.

La representante de USA censuró los ataques personales de Chaderton y dijo que su gobierno sostenía la democracia, que la Carta debe ser acatada, que los venezolanos deben arreglar su brollo y que la Constitución debe prevalecer.

El embajador de Canadá dijo que la Carta debe prevalecer y que él pedía una Misión de la organización a Venezuela.

El embajador de Brasil dijo que ya eso había sido decidido por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, que ese era un problema interno de Venezuela.

La cayapa

De inmediato vino una gran cayapa contra Cochez. Desfilaron los embajadores de los regímenes forajidos de la región: Ecuador, Bolivia (un rústico de luto que no se quita el sombrero ni para bañarse), la Argentina de la señora Botox, quien por cierto viaja en avión alquilado a…. Inglaterra, la muy indigna, Nicaragua, el país que tiene un presidente pedófilo y soez. Todos estos invertebrados manifestaron su apoyo al gobierno usurpador de Nicolás Maduro y se pasaron la Carta por el trasero. Los presidentes pasarán oportunamente por taquilla.

El silencio

Chile, Colombia, Costa Rica, Uruguay, Perú, Honduras, los países del Caribe, guardaron total silencio. Ese silencio dio la impresión de que los forajidos que están en la nómina de Chávez son mayoría.

En esta sesión los principios se fueron a la mismísima. Por eso digo que esa mierda llamada OEA debería ser eliminada. De que vale tener una organización mandada por un mercenario, integrada por cobardes y mudos de nacimiento y financiada por los Estados Unidos, a pesar de que solo existe para hostilizarla?

El Secretario General

El hábil burócrata dejó que los forajidos hicieran el gasto. Después de todo fue elegido por aclamación para su segundo periodo, lo cual quiere decir que su actuación complace al mundo político del continente. El estándar moral no puede ser más bajo.

La democracia está enferma


Orián Brito Peña. EL UNIVERSAL
Guillermo Cochez

El embajador de Panamá ante la Organización de Estados Americanos, Guillermo Cochez, expresó el sentimiento de muchos venezolanos y latinoamericanos que vemos cómo en el continente las democracias son amenazadas por regímenes que a pesar de ser electos en las urnas, se transforman en represores de la disidencia con profunda intolerancia, produciendo un quiebre social, simplemente por la apetencia del poder.

La premisa de "no aceptar la injerencia extranjera" por respeto a la soberanía, se ha convertido en una traje a la medida para quienes no toleran la crítica, subestimando cualquier acción contraria a sus propósitos hegemónicos, pero permitiendo que sean otros ─ en el caso de Venezuela, Cuba ─ quienes tomen decisiones sobre el futuro del país. Recientemente los representantes de los poderes secuestrados se reunieron en La Habana, en una especie de cónclave dirigido por los Castro, lo cual entierra cualquier "defensa a la soberanía", sumado al acto bochornoso del 10 de enero donde fue avalada internacionalmente la violación a la Constitución Nacional.

Ante un panorama tan insólito, Venezuela y otras naciones quedan huérfanas, sin instituciones independientes dentro o fuera y con el amparo de naciones que se benefician de las riquezas de nuestro suelo. A pesar de los llamados de alerta de países comprometidos con la democracia y de organismos clave en el mundo, un efecto de hipnosis se apodera de quienes pudieran poner control a la enfermedad que la aqueja. Después de la declaración magistral del embajador Cochez, fue desautorizado por el Gobierno de Panamá. Quizá motivado a presiones de los que mantienen el poder en Venezuela.

La respuesta del canciller venezolano, Roy Chaderton, fue vergonzosa, no hubo argumento sino la descalificación como es común en todos los representantes del chavismo. Cabe destacar, que en su declaración Cochez respetó la situación de salud que enfrenta Hugo Chávez y solo mostró su preocupación porque situaciones similares no se repitan en el continente. Tal vez, el fin del mundo que anunciaban los Mayas se pone de manifiesto cuando las instituciones dejan de lado sus responsabilidades para estar al servicio de regímenes autocráticos. No importa cómo pueda pintar Cochez, pero su relato se centró en plasmar lo que realmente ocurrió en Venezuela. Ojalá su llamado sea motivo de reflexión para que en cada país regrese la sindéresis y así no muera el mejor sistema del mundo como lo es la democracia, con toda y sus imperfecciones.

viernes, 18 de enero de 2013

Sobre el Proyecto Emilia


Miguel Fernández-Díaz. DIARIO DE CUBA

La persistencia de la oposición en pasar proyectos literarios como iniciativas políticas incuba la sospecha de que no hay voluntad de poder, sino mediática.

Entre cubanos queda un solo experto en tumbar gobiernos: Fidel Castro, quien se dio hasta el lujo de instruir en cómo tumbar a su propio régimen de socialismo irrevocable: lograr primero mayoría en la Asamblea Nacional (AN) para "desde el poder hacer la contrarrevolución, por vías legales, [e incluso] recoger equis millones de firmas" que revoquen el socialismo irrevocable (Biografía a dos voces, Debate, 2006, páginas 555-6).

La oposición viene actuando al revés: antes que poner en crisis al sistema electoral con millones de votos nulos, se empeña en recogidas inútiles de firmas. Nadie se llame a engaño: la constitución se refiere tan solo dos veces a firmas: la del presidente de la Asamblea Nacional en las leyes (Artículo 81.ch) y la del jefe de Estado y Gobierno en los decretos-leyes y otras disposiciones (Artículo 93.j). Recoger firmas a los ciudadanos ha sido pura evasión del único teatro de guerra contra Castro: las urnas.

Aquí Castro ha logrado imponer la tiranía de los números: inmensa mayoría de votantes a su favor. Al filo de las elecciones generales (febrero 3), la oposición tendría que haber echado a correr sin aspaviento que votar por cualquiera es votar por el castrismo y hacerlo así es seguir como estamos y sin esperanzas: ¡Anula tu boleta, que nadie podrá verte ni pedirte cuentas después!

Sin embargo, se prefiere largar tal o cual proyecto en conferencia de prensa [extranjera], pregonarlo [en el extranjero o el ciberspacio] y recoger firmas, como si no supiéramos ya que ningún fuego patriótico se prende redactando ni leyendo documentos y que firmarlos no hace ni cosquillas al Estado totalitario.

El último grito de esta moda acaba de proferirlo el ex preso político Dr. Oscar Elías Biscet con el Proyecto Emilia (http://www.abc.es/internacional/20130111/abci-disidente-oscar-elias-biscet-201301101723.html). Agarrarse a la "grácil y atractiva dama, entusiasta y filibustera" Emilia Margarita Teurbe Tolón (1828-1902), porque cosió la primera bandera (1849) y fue la primera desterrada por causas políticas (1850), es otra recurrencia kitsch a claves decimonónicas — como el Proyecto Varela o el Proyecto Heredia — que para nada suplen tanto analfabetismo político en el planteo mismo.

Luego de sostener que "el régimen comunista de Cuba fundamenta su legalidad en la Constitución de 1976, con sus modificaciones", la iniciativa emiliana descarga sobre la AN la culpa de que el Consejo de Estado campee por sus respetos, como si esta situación no derivara en derechura de la propia constitución, que el pueblo cubano adoptó (1976) por abrumadora mayoría. Y si la reforma constitucional "institucionaliza de manera permanente al régimen comunista" es porque mayoría igual de abrumadora apoyó (2002) semejante designio.

Vamos a suponer que en ambos casos el pueblo actuó bajo coacción de la dictadura castrista. Ese es el pueblo que tenemos, y un pueblo así reduce al absurdo toda pretensión de cambiar el régimen de Castro con papeles. Por algo el Proyecto Varela no pasó de 25 mil firmas en dos tandas (2002 y 2004) y acabó expirando en concreción fuera de lugar: relanzado en Madrid (octubre 24, 2008). Así y todo, la oposición insiste en convocar a un pueblo imaginario con panfletos cifrados en que, por simple clamor, el grupo político de Castro cederá poder.

Amén de esta alucinación hay otra: sin huelgas ni otras manifestaciones masivas precedentes, la oposición insta al diálogo sobre los destinos a quienes vienen de ganarle la guerra civil a Batista, la guerra civil a los alzados y la guerra sucia a la CIA. Una cosa es abogar por derechos humanos — plano horizontal de la democracia — y otra muy distinta hacer política, que supone librar la guerra en el plano vertical para pasar de gobernado (abajo) a gobernante (arriba).

La oposición no atina a ganarse al resto de la gente para terminar con la tiranía castrista de los números, sino que se dedica más bien a ensartar proyecto tras proyecto que, a lo sumo, dan para conseguir algún premio afuera o salir por los telecentros de Miami u otros medios de ultramar. Solo que así también dan continuidad a la tiranía castrista del pensamiento por la simple falta de educación en el bando contrario. Y por entre ambas tiranías se va perpetuando la otra en ejercicio del poder.

Coda

El Proyecto Emilia (2013) concita tan solo dos predicciones complementarias: pasará al olvido por falta de apoyo popular, como El camino del pueblo (2011) y el Llamamiento urgente por una Cuba mejor y posible (2012), en tanto el castrismo volverá a barrer en las elecciones. Para evitar que esto sea así, el camino es anular las boletas en cada votación.

 

PROYECTO EMILIA

Este proyecto, imbuido de un profundo amor patrio, lleva el nombre de una de las heroínas cubanas que dedicó lo mejor de su vida fructífera a la lucha por la independencia y la libertad de Cuba.

Nos referimos a Emilia Teurbe Tolón, designada en 1950 por el Congreso de la República de Cuba, con motivo del centenario de nuestra Bandera Nacional, como la Encarnación de la Mujer de Cuba.

Emilia fue la primera mujer cubana desterrada de nuestra patria por motivos políticos. Tuvo además el honor de laborar en el original de la bandera cubana que fuera diseñada por su esposo y poeta Miguel Teurbe Tolón, a iniciativa del General Narciso López. Perteneciente a una acaudalada familia de la ciudad de Matanzas, tuvo la sensibilidad humana de donar sus bienes en beneficio de la enseñanza de los pobres.

Quienes suscribimos este documento, inspirados en su ejemplo patriótico, nos proponemos realizar este proyecto cuyos objetivos esenciales son: la conquista de los derechos humanos fundamentales, la democracia y la libertad del pueblo cubano.

Partimos de la base de que el régimen comunista de Cuba fundamenta su legalidad en la Constitución de 1976, con sus modificaciones de 2003. En su artículo 69, esta Constitución designa a la Asamblea Nacional del Poder Popular como el órgano de poder del Estado. Asimismo añade que dicha asamblea representa y expresa la voluntad soberana de todo el pueblo. Para no dejar dudas, en su artículo 70 afirma que la Asamblea Nacional del Poder Popular es el único órgano con potestad constituyente y legislativa en la República de Cuba.

Por Cuanto: Hemos confirmado durante años que la Asamblea Nacional del Poder Popular ha prevaricado al ceder sus derechos soberanos y su poder al Consejo de Estado.

Por Cuanto: Hemos verificado que la Asamblea Nacional del Poder Popular ha acatado pasivamente y dado fuerza legal a todos los Decreto-leyes adoptados por el Consejo de Estado.

Por Cuanto: La Asamblea Nacional del Poder Popular ha perdido su poder soberano al aceptar el mandato del Consejo de Estado en la convocatoria a sesiones extraordinarias.

Por Cuanto: La Asamblea Nacional del Poder Popular ha atentado contra la libertad de nuestro pueblo al permitir que el Consejo de Estado declare como irrevocables en la Constitución Nacional ideas políticas, sociales e ideológicas contrarias a los intereses del pueblo cubano.

Por Cuanto: La Asamblea Nacional del Poder Popular ha violado el respeto a la opinión de las minorías plasmado en las constituciones más avanzadas del mundo y otorgado extremo poder a mayorías dóciles.

Por Cuanto: La Asamblea Nacional de Poder Popular, violando el principio constitucional de la separación e independencia de poderes, ha otorgado el Consejo de Estado el poder de dictar pautas e imponer decisiones sobre el Poder Judicial.

Por Cuanto: La Asamblea Nacional del Poder Popular ha desconocido la voluntad popular y limitado la libertad ciudadana al subordinar a ella las Asambleas Locales del Poder Popular.

Por Cuanto: La Asamblea Nacional del Poder Popular ha estipulado que la Asambleas Locales del Poder Popular están subordinadas al Consejo de Estado.

Por Cuanto: La Asamblea Nacional del Poder Popular ha asfixiado la libertad de expresión, asociación, palabra y prensa a los que no se alineen a la política e ideología del Estado.

Por Cuanto: La Asamblea Nacional del Poder Popular ha otorgado al gobierno la potestad de despojar de su ciudadanía a cubanos nacidos en nuestro territorio nacional.

Por Cuanto: La Asamblea Nacional del Poder Popular, al no objetar las medidas del Consejo de Estado que han hundido en la miseria y la desesperación a nuestro pueblo, se ha hecho cómplice de esa infamia.

Por Cuanto: La Asamblea Nacional del Poder Popular ha exaltado a un Partido por encima del estado y de la nación.

Por Tanto: Declaramos que estas leyes, compiladas en la Constitución de 1976, constituyen un abuso de poder que viola flagrantemente la dignidad de los ciudadanos cubanos.

Por Tanto: La Constitución de 1976, modificada en el 2003, institucionaliza de manera permanente al régimen comunista de Cuba.

Por Tanto: La Asamblea Nacional del Poder Popular carece de toda validez y deja de ser la expresión de la voluntad del pueblo al otorgarle al Consejo de Estado todas las prerrogativas consagradas en la Constitución Cubana.

Consideramos que la vigente Constitución comunista viola la Declaración Universal de Derechos Humanos y los Pactos de Derechos Humanos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas.

Concordamos en declarar ilegitima a la Constitución Comunista y a la Asamblea Nacional del Poder Popular con sus órganos de poder del Estado.

Convocamos al pueblo cubano a que suscriba este proyecto para dar pasos hacia una Cuba soberana, democrática, libre y justa.

Proclamamos que el nuevo Parlamento democrático y libre surgido de estas exigencias se declare en Constituyente; y rubrique una Constitución que respete la dignidad de todos los cubanos.

Insistimos en que esta Constitución contenga las bases de la democracia y la libertad por la que han luchado y ofrendado sus vidas tantos de nuestros compatriotas desde nuestras guerras de independencia.

Demandamos que el ordenamiento jurídico de nuestra patria tenga como base los principios democráticos que predominan en otras naciones del mundo civilizado. Estos son: Soberanía del pueblo, gobierno basado en el consentimiento de los gobernados, gobierno de la mayoría, derechos de las minorías, garantía de los derechos humanos básicos, elecciones libres y transparentes, igualdad ante la ley, debido proceso judicial, límites constitucionales al gobierno, equilibrio de poderes independientes, pluralismo social, económico y político; así como los valores de tolerancia, pragmatismo, cooperación y compromiso.

Por desgracia, hemos visto a través de más años de los que quisiéramos recordar como el régimen comunista de Cuba no ha concedido ni un átomo de libertad y ha resistido de manera rígida y arbitraria cualquier cambio que garantice una vida digna para nuestro pueblo.

Por consiguiente, no nos queda otra alternativa que poner en marcha el desafío político no violento para hacer realidad la libertad de nuestro pueblo. Para ello, suplicamos la asistencia y la protección de Dios, así como le pedimos al Creador que nos guie en esta justa causa para lograr la libertad y la prosperidad del pueblo cubano.

¡VIVA CUBA LIBRE!

Dado en La Habana, República de Cuba, el 9 de enero de 2013

jueves, 17 de enero de 2013

¿El “Gran Hermano” cubano-venezolano?


Hana Fischer. EL INSTITUTO INDEPENDIENTE

En su anti-utopía “1984”, George Orwell imagina un mundo de pesadilla. El núcleo central de la trama, gira en torno a los mecanismos utilizados por un trío, que han encontrado el secreto para forjar un totalitarismo perpetuo, con la aquiescencia de sus respectivos pueblos.

La inspiración principal de Orwell, fue lo que estaba ocurriendo en la ex Unión Soviética, en el momento en que escribía su obra. O sea, en el período stalinista. Es por ese motivo que no es por casualidad, que en su novela los tres partidos que dominan al mundo, sean diferentes variantes del socialismo real (comunismo). Eso significa que su ficción, hunde sus raíces en una aguda observación de la realidad.

Los líderes políticos de esas tres autocracias imaginarias, habían estudiado minuciosamente las causas por las cuales los diferentes totalitarismos habían colapsado, con el fin de no cometer los mismos errores. Descubrieron, que es esencial para mantener dominados a los habitantes de una nación que ha alcanzado cierto grado de prosperidad, mantenerlos en una condición de pobreza permanente. Para ello, es fundamental que las industrias continúen produciendo para aparentar que todo sigue “normalmente”, pero simultáneamente, encontrar la forma de despilfarrar gran parte de esa riqueza. La consecuencia es, que se produce en forma continua, sin por ello  elevar el nivel de vida de la población.

Esta maniobra es realizable, si las personas únicamente tienen contacto con la “hiperrealidad”, que es creada por los medios masivos controlados monopólicamente por el gobierno. Se denomina “hiperrealidad”, a la representación mediática del mundo en que vivimos. En las condiciones señaladas, a la conciencia se le hace difícil distinguir lo que es verdaderamente “real”, ya que los medios de comunicación pueden modelar y filtrar de manera radical, el modo en que los individuos perciben un suceso. En consecuencia, en las naciones totalitarias los individuos no tienen acceso a la realidad, sino a la “hiperrealidad”.

Además, se percataron que para dominar a un pueblo, es fundamental realizar un proceso de despersonalización. Eso se logra, haciendo que los adictos al régimen utilicen algún  tipo de vestimenta que los identifique. El uso de un “uniforme”, tiene dos efectos simultáneos: por un lado, hace perder la individualidad; por el otro, divide radicalmente a la sociedad entre “nosotros” y “ellos”.

Para que un régimen totalitario pueda imponerse, es imprescindible la existencia de un líder carismático. Sólo él puede convertir a un simple partido político en un movimiento de masas, que por definición, actúa de manera irracional. En “1984”, los aspirantes a liderar un totalitarismo perpetuo se dieron cuenta de la paradoja que encerraba este factor, porque por un lado era imprescindible la existencia de ese líder pero por el otro,  ése es el punto más débil de toda autocracia. Llegaron a la conclusión, que el principal obstáculo en su camino para lograr su objetivo es el límite biológico, porque es insuperable. Es decir, la muerte del mandamás supremo.

Conscientes de esa realidad, idearon una estrategia que puede considerarse “genial”. En los primeros tiempos en que el partido único gobernaba, realmente existió una figura carismática de carne y hueso, al que todos denominaban “Gran Hermano”.  Pero repentinamente dejó de tener todo contacto directo con sus conciudadanos y sin embargo, su imagen seguía siendo omnipresente, ya que constantemente se lo podía ver en las pantallas, carteles, afiches y muros todo a lo largo de la nación.

Con el transcurrir del tiempo, todos los habitantes podían describir con certeza la fisonomía del “Gran Hermano”. Sin embargo desde hacía mucho, nadie –salvo el círculo más cercano al poder supremo- lo había visto en persona. No obstante,  nadie dudaba que era él quien daba todas las órdenes y gobernaba. Y pasaron las décadas, y la figura del líder se mantenía inalterada: Siempre joven, enérgico y vigilante…

El secreto que se devela al final de la novela, es que en realidad desde hacía mucho tiempo que el “Gran Hermano” había pasado a ser una entidad colectiva. No era una persona sino un grupo que gobernaba en su nombre. De ese modo, se vencía a la biología y a la muerte. Y el líder pasaba a ser inmortal.

Si nos guiamos por las pautas anteriormente mencionadas, es indudable que en Venezuela rige una autocracia. Hugo Chávez es un líder carismático,  que gobierna en forma ininterrumpida esa nación desde 1999. O sea, desde hace 14 años.  Tiene como mentor y guía al dictador cubano Fidel Castro, que a la vez, fue instruido por la ex URSS. A su proyecto político lo llama “socialismo del siglo XXI”. En concordancia con ese ideal, ha trabajado con tesón y eficacia para construir un movimiento de masas. Ha monopolizado en forma casi completa a los medios de comunicación. De ese modo, ha logrado que la inmensa mayoría de la población viva en la “hiperrealidad”. Asimismo, ha conseguido que sus simpatizantes se despersonalicen en forma absoluta, aceptando usar de buen grado  como “uniforme” una camiseta roja, que es lo que los distingue. También ha sido exitoso en la destrucción de la riqueza venezolana, cuyo efecto directo es, mantener a un porcentaje elevado de la población debatiéndose en la pobreza. En consecuencia, es completamente dependiente de la “ayuda” estatal.

No sabemos si Fidel leyó la novela de Orwell. Posiblemente sí. Pero no cabe duda que dado el imprevisto del cáncer mortal de Chávez, está maquinando crear un “Gran Hermano” para que gobierne Venezuela. Y de paso,  que siga siendo “generoso” con “Cuba”. Otros presidentes de la región, también andan merodeando temerosos de perder  el “apoyo” de Chávez.

 Pensamos que el “Gran Hermano” ya está en proceso de formación. Nos basamos para afirmar eso, en los frecuentes viajes de los delfines de Chávez –el vicepresidente Nicolás Maduro, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y familiares cercanos al mandatario con aspiraciones políticas- a Cuba. Supuestamente para visitar al enfermo; en nuestra opinión, para recibir de los Castro instrucciones de cómo proceder.

Asimismo confirma nuestra sospecha, que el vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel, haya expresado el 10 de enero en un discurso  a las afueras del Palacio de Miraflores, en Caracas -donde se realizaba una concentración multitudinaria en respaldo al presidente venezolano- participando de ella los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Uruguay, José Mujica, lo siguiente: “Toda Venezuela es Chávez, toda Cuba es Chávez, toda América Latina y el Caribe, todos somos Chávez.”

También refuerza nuestra teoría, el hecho de que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) haya considerado, que el acto de asunción previsto por la Constitución para el 10 de enero no era necesario, ya que Chávez es un presidente “reelecto”. El Tribunal sostuvo, que el gobierno actual podrá continuar en ejercicio hasta que el gobernante pueda juramentar el cargo, sin fijar para ello ningún período definido. Prorrogó el plazo de la administración actual y simultáneamente, no autorizó que una Junta Médica independiente se expida sobre el estado de salud de Chávez, que continúa en Cuba tras su cuarta operación oncológica.

Desde hace más de un mes, sólo los Castro y el círculo más íntimo saben en qué condición está Chávez. ¿Vive o murió? ¿Está en estado vegetativo o en condiciones de recuperarse?

Lo que sí parece claro, es que el proyecto de que el “Gran Hermano” gobierne de forma indefinida, ya está en marcha.

Pero ese plan está destinado al fracaso. ¿Por qué? Porque en la propia novela Orwell advierte, que lo que ha hecho derrumbarse a todos los totalitarismos una vez que ha desaparecido el líder original, ha sido la ambición de la elite gobernante y la lucha entre facciones. Algo a lo que no parecen inmunes, ese grupo que pretende dar vida al “Gran Hermano”…